Cielo en Llamas

 Cielo en Llamas

En la cumbre del cielo, un manto gris,
susurra el viento, un lamento sutil,
las nubes lloran tristeza y desdén,
pintando de sombras lo que fue un edén.

Las fábricas gritan su humo voraz,
como dragones que arrasan la paz,
las aves callan, su canto se apaga,
bajo el peso del smog que la vida despliega.

Los árboles murmuran en un eco lejano,
sus hojas marchitas, un destino insano,
el aire se pesa, se siente el dolor,
cada bocanada, un suspiro de horror.

Los ríos se quejan, el suelo se quiebra,
los mares se ahogan en plásticos, niebla,
y el sol, que antes brillaba con fuerza y candor,
se asoma titubeante, con miedo y temor.

Oh, tierra querida, escucha mi ruego,
detengamos la marcha hacia el negro despego,
recuperemos el aire, lo puro, lo claro,
pintemos de verde el futuro que añoro.

Caminemos unidos, sembrando esperanza,
con cada acción noble, la vida se lanza,
y aunque hoy el cielo se vista de pena,
juntos podemos tejer una nueva escena.

Así, alzaremos la voz por el viento,
por un aire limpio, por un nuevo aliento,
y en el horizonte, aunque hoy sea incierto,
brillará la promesa de un mundo despierto.

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